domingo, 26 de abril de 2015

Alt-J: Taro. La historia de Robert Capa


Alt-J es una de mis bandas favoritas actualmente. La conseguí, youtubeando. Ese fenómeno que ocurre cuando un link te lleva a otro y otro a otro y así hasta que terminas viendo vídeos de gatos o encontrando algo realmente bueno. En este caso, conocí a esta banda. No hablaré de su sonido, esas denominaciones y clasificaciones de géneros, interminables, me parecen un placer culposo de metaleros intelectuales y malintensos. Yo me concentro en lo que la música me hace sentir y esta canción tocó intuitivamente esa fibra mochilera que vive en mí, y sentí unas inmensas ganas de escapar y descubrir de forma palpable que hay un mundo afuera de este país miserable; tomar fotos hermosas para cuando el Alzeheimer me lleve y ya no recuerde nada.

Y la sensación fue acertada. La letra de esta canción trata de la historia de Robert Capa, seudónimo Endre Ernő Friedmann, quien fue un famoso corresponsal de guerra y uno de los fotógrafos más influyentes del siglo XX. Su obra consta de un legado de 70.000 negativos, lo cuales son testimonio visual extraordinario y fiel, reunido en tan sólo veintidós años de carrera (1932-1954). Fue pareja sentimental de la fotógrafa Gerda Taro y juntos fotografiaban con el pseudónimo "Robert Capa"; siendo difícil saber qué fotos son de cada uno. Cubrieron diferentes conflictos: la guerra civil española, la segunda guerra chino-japonesa, la segunda guerra mundial (en Londres, África del Norte, Italia, la Batalla de Normandía en la playa de Omaha y la liberación de París), la guerra árabe-israelí de 1948 y la primera guerra de Indochina. En París en 1947, fundó, junto con David "Chim" Seymour, Henri Cartier-Bresson, George Rodger y William Vandivert, la organización Magnum Photos, la primera agencia de cooperación para fotógrafos independientes de todo el planeta. Sus imágenes, además de documentar los acontecimientos más importantes del siglo XX, se han convertido en auténticos iconos de la lucha, de la resistencia y de la dignidad humana frente al sufrimiento.*

Taro, (como también solían llamarle a Robert Capa) además de ser una adaptación poética de su vida, también narra la historia de un valiente amor. La letra es parte de una muestra del trabajo de Capa, dedicado a captar la esencia del espíritu humano en la resistencia y la lucha, cada imagen retrata un momento valioso de nuestra historia que ha quedado plasmado en la cultura del mundo. Acá un brevísimo ejemplo: 

ESPAÑA, 1936, GUERRA CIVIL


ESPAÑA . Barcelona. Agosto de despedida 1936. Justo antes de la salida de un tren militar dirigido al frente de Aragón.


ESPAÑA. Andalucía. 05 de septiembre de 1936. Cerro Muriano, Córdoba, frente. Los civiles que huyen.

CHINA, 1938, GUERRA SINO-JAPONESA



CHINA. Hubei. Hankou. 05 de julio de 1938. Los asesores militares alemanes contratados por Chiang Kai- shek de salir de China. Desde la invasión de China, los japoneses habían estado presionando a Alemania para obligar a éstos se retiraran.


CHINA. Cerca de Cantón. Los agricultores chinos que componían la milicia local estaban armados principalmente con espadas y lanzas. Julio / agosto 1938.


CHINA. Cantón. Julio / agosto 1938. voluntarios de defensa civil asisten a los heridos tras un ataque aéreo japonés.

FRANCIA, 1944, INVASIÓN A NORMANDÍA



FRANCIA. Normandía. 06 de junio de 1944. Las tropas estadounidenses asaltan Omaha Beach durante los desembarcos del Día-D.


FRANCIA. Normandía. Junio de 1944. Las tropas de Estados Unidos llegan a la costa de Omaha Beach, después de los desembarcos del Día-D.


FRANCIA . Normandía. Junio de 1944. Los pescadores franceses miran los cadáveres de soldados estadounidenses muertos en la playa de Omaha.

(Imágenes extraídas de: Magnum Photos)

El primer estribillo de esta canción, narra la muerte de Robert Capa, en Indochina, 1954:

"Indochina, Capa salta del jeep,
dos pies se arrastran por la carretera, 
para la fotografía, para grabar trozos de carne y de guerra, 
ellos avanzan como pueden, 
flash muy blanco amarillento.

Un movimiento violento desató el desastre
luz desgarradora, 
destrozos cortan como a trapos, 
una explosión tan fuerte que finalmente Capa cae, 
la mina es un pozo acuoso, 
sin dolor, con una inmensa distancia..."

Esta canción es un homenaje a la obra de Capa, retrato de la pasión y compromiso de quien plasmó en cada fotografía la realidad de aquellas guerras, arriesgándose hasta su último instante, tan solo para dejarnos un registro fiel de los hechos que cambiarían la historia de la humanidad para siempre.

*Fragmento extraído de: Wikipedia, Robert Capa

Agradecimientos a Rafael Divoz por la traducción de la letra y el vídeo explicativo que me permitió escribir y comprender todo esto :) 

lunes, 2 de febrero de 2015

La extraña y agradable visita de una agradable extraña


Llegué tarde, como de costumbre.

Todos los martes es lo mismo. Yo no entiendo por qué demonios: “Martes no te cases, no te embarques, ni de tu casa te apartes”. Siempre me ha parecido una estupidez ese dicho, pero parece tener algo de cierto porque todos los benditos martes es lo mismo. Cuando entré al salón, sentada al lado de la profesora, estaba una muchacha muy concentrada hablando de algo y todos la escuchaban. Seguí a la manada. Me senté a escuchar. No recuerdo ni media palabra de lo que decían, tengo una memoria de mierda. Pero la muchacha dijo que nos leería algo inédito de su nueva producción. “Ah, pero es escritora… eso lo explica” pensé. 

Leyó algo de las camioneticas, una competencia extraña entre El Gran Poder de Dios y otra unidad colectiva. Pepe, Chucho, no recuerdo el nombre de los personajes que peleaban por el amor de Yuleisy. A todos les gustó. A mí no. Bueno, a mí sí. Es decir, me explico… La narración era genial, impecable, de esas que te atrapan hasta final, pero personalmente odio el tema de lo urbano. Lo detesto, en serio, porque detesto el concreto, el asfalto y odio salir a la calle y tener que ver gente todos los días. Quisiera vivir en una montaña. Odio montarme en una camioneta, odio pelear por el maldito ticket, odio mi carnet vencido. Y esa historia estaba hecha con una de esas narraciones súper brutales que te hacen sentir dentro del relato mismo, y de repente el salón entero se convirtió en una maldita camioneta a toda velocidad que llevaba un reggaetón sonando con los bajos vibra culos, el colector arrimándome hasta el infinito y donde no me querían recibir mi ticket. “No vale, qué estrés” pensé.

“¿Alguna pregunta? Pregunten, pregunten porque como podrán notar yo hablo mucho”… (Risas) ¿Cómo no reírse? Esa chama era más carisma que gente. Todos preguntaron cosas. De repente una pregunta llevó a la otra y la otra a la otra y de pronto estaba hablándonos de Massiani. Con lo mucho que yo amo, adoro y me caso con Massiani. Resulta que el libro que fue un descubrimiento para ella y al mismo tiempo un llamado al mundo de la literatura, lo había sido también para ella: Piedra de Mar, casi a la misma edad. Teníamos otra cosa en común además de anteojos enormes.

“¿Alguna pregunta? ¿Alguien más? No todos a la vez” (Risas). Yo tenía una pregunta, pero pensé que sería muy chocante hacerla: “¿Cómo te llamas?” o “¿Quién eres tú?” o “¿Cuál es tu nombre?”, todas sonaban tan mal. Estuve a punto de cagarla, pero me contuve porque pensé que la profesora me iba a lanzar un zapato si preguntaba eso. Llegué tan tarde, desorientada como siempre, no sabía quién era ella, ni quién era yo y necesitaba saber. Y fue un completo misterio hasta que nos dio su correo. Se trataba de Tannia Maruja García, escritora venezolana, un nombre llevaba rato sonando en mi cabeza por algo del XI Encuentro Internacional de Poesía UC, algo de la FILUC, algo de Zona Tórrida, algo de un taller.

Terminó la clase y todos quedaron sonrientes, satisfechos y con esa cara de: “Wow, qué fino es todo, yo también quiero escribir”. Quedaba esa sensación agradable en el ambiente, fue una clase bastante amena, ella se convirtió en el rostro y el porte de la literatura contemporánea, fresca, digerible, chévere, divertida y juro que todos salieron de ahí con planes de leer a Massiani, de leérsela a ella y de leer cualquier cosa, porque esa clase en sí misma fue la manera más efectiva de divulgar la literatura que he visto, de hacerla más cercana, más agradable.

Yo me fui. No le dije ni hola a Tannia Maruja, me dio pena… ¿Qué le iba a decir? “Holaaa, yo trato de      es cribir pero soy medio idiota y no termino de  terminar nada”, así mismo, con mi voz nasal y mi cara de gafa. No vale, qué pena.

Me fui. Seguí con mi vida de persona extraña que odia todo, depende del transporte público y vive en una playa mental.


FIN. 

lunes, 29 de julio de 2013

Corrientes de vanguardia ¿Qué hay con eso?

Los aires de cambio del ultraísmo

["Escena de café", Rafael Barradas]

"Los que suscriben, jóvenes que comienzan a realizar su obra, y que, por eso, creen tener un valos pleno de afirmación, de acuerdo con la orientación señalada por Cansinos-Asséns en la revista Interviú que, en diciembre último, celebró con Javier Bóveda en El Parlamentario, necesitan declarar su voluntad de un arte nuevo que supla la última evolución literaria: el novecentrismo".
Jorge Luis Borges

Es algo usual que los tiempos vayan cambiando, cambios que escapan de las manos de cualquiera y que además afectan a todos a nuestro alrededor. No puedo evitar, cuando menciono esto, reflexionar acerca del miedo a los cambios que puede tener la gente, y no sé porque pienso en ese miedo y en mí propio miedo a que las cosas que conozco (o creo conocer sean siempre las mismas), qué genial entonces cuando en algún punto de esas cosas que me importan, encuentro un celaje de innovación y un llamado a este mismo cambio que muchos podrían no llegar a comprender. Leo clásicos de poesía del siglo de oro español y admiro la belleza, el trabajo del lenguaje, de las formas, pero si intento escribir usando las mismas técnicas, hablando de los mismos conceptos, ni siquiera me siento yo misma. Entonces es cuando veo que indiscutiblemente ya no es época de cantar al amor, a la muerte, a Dios, ni siquiera al hombre. Quizás debamos ser más impersonales, quizás debamos aprender a captar y transmitir ese misterio que se encuentra en la poesía de otra forma.

Analizando, justamente por este valor al cambio, definido más que todo dentro de las corrientes de vanguardia literaria, me encuentro con que el ultraísmo, me parece bastante interesante debido al afán de oposición que tuvieron los poetas ultraístas. Se conciben a sí mismos como un grupo de literatos rupturistas en relación con la poesía anterior, ya que el ultraísmo fue un movimiento literario de vanguardia que se definió fundamentalmente por su oposición al modernismo y a la Generación del 98 y se desarrolló en España y Argentina, fue en este último país donde encontró un desarrollo más acabado. Vale destacar entre los detalles de aparición del ultraísmo, que en Argentina estaba presente la influencia del modernismo esencialmente a través de Leopoldo Lugones y justamente contra ese movimiento se levanta el ultraísmo, cuyo teórico más importante fue el joven Jorge Luis Borges.

Juan Ramón Jiménez y algunos poetas menores intentan buscar nuevos caminos que fueran “más allá” (en latín “ultra”) del modernismo. Guillermo de la Torre defina así este movimiento: “El ultraísmo busca la reintegración de lo lírico y la rehabilitación de la poesía. Usa los elementos puros e imperecederos: La imagen y la metáfora, y rechaza todos los elementos extraños: acción, motivos narrativos y retórica”. .
Este movimiento nace en el 1919 y muere prácticamente ya cuatro años más tarde. Duró de 1919 a 1923 y no consiguió dejar nada decisivo, pero fue un revulsivo que hizo posible la poesía de los años siguientes.

En cuanto a las formas y el trabajo del lenguaje al que me refería anteriormente, la poesía ultraísta tiende a ser un poco hermética, críptica, que se aleja de la vida objetiva para refugiarse en la interioridad del poeta. Esta poesía quiere ser síntesis, emoción pura y descolocaba al lector tradicional sorprendiéndolo con sus imágenes tradicionales.

Las categorías filosóficas o ideológicas que sustentan esta poesía estriban en un nihilismo que los llevó a oponerse a los grupos literarios de izquierda. Cuando esta poesía dice que se aparta de las prédicas y de las ideologías se está refiriendo fundamentalmente a lo cristiano y marxista. Borges postula una poesía no comprometida socialmente: poesía comprometida exclusivamente con la angustia, la soledad y el pesimismo que caracterizaría toda la producción literaria del escritor, pesimismo, angustia y soledad que también podría llegar a sentir cualquier de nosotros.

El ultraísmo se expresó sobre todo a través de revistas, en las que publicaban poetas del círculo de Cansinos-Assens. Estuvieron ligados al ultraísmo Ramón Gómez de la Serna, cuyas greguerías estaban muy próximas al culto de la imagen sorprendente e ingeniosa; Guillermo de Torre, en quien abundan los neologismos, las imágenes cinemáticas, el abandono de los signos de puntuación, los juegos con la disposición tipográfica; y además Gerardo Diego, César Vallejo y Juan Larrea y a través de Borges, se difundió en Argentina. También en México hubo una versión peculiar del ultraísmo: el estridentismo de Manuel Maples Arce, Germán List Arzubide y Salvador Gallardo, cuyo primer manifiesto incluía los nombres de Cansinos-Assens, Borges, Gómez de la Serna, Guillermo de Torre y otros. Ya el poeta mexicano Enrique González Martínez escribía en 1911 su soneto antimodernista “Tuércele el cuello al cisne”.

Ahora bien, como toda corriente de vanguardia, el ultraísmo presentó rasgos bastante notorios que vale la pena mencionar en este trabajo, tales como: Influencias del cubismo, del futurismo y del dadaísmo, eliminación de la rima, búsqueda de neologismos, tecnicismos y palabras esdrújulas llamativas, imágenes y metáforas ilógicas: destacan el mundo del cine, del deporte, del adelanto técnico, tendencia a establecer una fusión de la plástica y la poesía, todo esto como llamado al cambio que en el caso del mundo de la literatura (que no escapa de la realidad que nos rodea) se venía gestando.

Y es que ciertamente, hablamos de una poesía escéptica que no buscaba transmitir un mensaje ideológico positivo. También se opuso a las anécdotas, a las prédicas, a la poesía narrativa. Quiso dejar de lado lo sentimental y por oponerse a ser una poesía que reproducía anécdotas, además por estar hecha casi entera a base de metáforas, se convirtió en una poesía que rompía el discurso lógico. El pasado es tomado en cuenta como un antecedente, pero no como algo que tenga vigencia, la poesía está basada en la imagen, con carencia de retórica y sentimentalismo. Entre sus precursores encontramos al poeta chileno Vicente Huidobro en 1918, cuando este se va asume la jefatura, liderato y patrocinio del movimiento en España, además de Pedro Garfias quien empezó a diluir su ultraísmo en el haikú y el romancillo.

Es interesante en este punto de mi educación, conocer algo innovador con lo que puedo identificarme y sentirme motivada por ello, si bien respeto la obra realizada por las grandes figuras de la literatura, no quisiera (cuando voy a escribir) que me embargue la fea sensación de que no estoy creando conceptos nuevos, de que hablo de una época que no pertenece o que escribo sobre paradigmas mentales que realmente no son propios del contexto donde me desenvuelvo, cosas como cantarle a afrodita, escribir en rima. La vanguardia, sin importar el movimiento que sea, nos expone el anhelo de rebasar la meta alcanzada por otras épocas literarias y proclaman la necesidad de evolución y el ultraísmo, en este caso, no se trata de viejos conceptos, ya no está la métrica regañándonos, hablamos de una libertad más real y de una consciencia más desarrollada y plena al momento de escribir (al menos, desde mi enfoque personal) la poesía.

Nuestra literatura debe renovarse, simplemente porque la sociedad en la que vivimos y la vida misma, no son hechos estáticos e inmutables. Me parece que lo mejor es deshacerse de los miedos al cambio y comenzar (al menos por ahora) a leer algo que presente una propuesta diferente, quién sabe con qué nos podamos encontrar y es que eso es justamente la vida: una incertidumbre y cambio constante.

NEUMOTORAX 

El nitrógeno entró
El manómetro marcó
positivo
Ella tumbada con el costado
perforado por la aguja.
Las gafas brillaban viviendo
Su vida de sabio aburrido
Una tos anestesiaba el aire
Cloroformo - Aceite gomenolado
C'est ça!
Pas bien du sommet gauche
La pantalla lo dijo
Ella tosía y tosían todos
C'est ça!
Dentro de aquel otro pecho
se oía y golpeaba las manos
la pectoriloquia áfona
trente deux, trente trois…
tras de mi foneudoscopio
había un soplo que me decía
que me callara
la aguja se hundió en otra pleura.

Rogelio Buendía

La vida y después de la vida de Edgar Allan Poe



La poesía es una búsqueda constante, uno de esos viajes largos que comienzan desde el interior de uno mismo sin alejarse del mundo externo, de la realidad que nos rodea. El verdadero poeta es principalmente un crítico, un observador de su época, aquella imagen que quisieron vendernos del poeta que se duerme en los laureles, es una de las más grandes falacias de toda la historia: El poeta está siempre en contacto con su realidad y con su tiempo, se nutre de esto y de él nada escapa. Una muestra clara de ello es el gran escritor, Edgar Allan Poe, quien no solo destacó en el mundo de la poesía, sino que creó un nuevo género literario, que como todo lo desconocido, fue incomprendido desde un comienzo: El género policiaco. Así pues, nos enfocaremos en su existencia, en su obra pero sobre todo en su particular manera de concebir la vida o mejor dicho, la muerte.

Si algo define la literatura de Poe, es que sus temáticas eran profundamente universales; se trata de un extenso legado que puede atraer a toda clase de público porque siempre nos sentiremos identificados con algún punto de su creación literaria. Los temas trabajados por Poe en sus obras, principalmente trataban de la belleza, la fatalidad, la pesadumbre, la oscuridad y la sombra de la muerte. La importancia de la obra de Poe, ha contribuido de manera determinante en la concepción actual del mundo la literatura, pese a ser reconocido mayormente como precursor del relato de corto, la obra de Poe no solo abarca el género de terror, sino que también se extiende hacia el ensayo, la crítica literaria, así como también la poesía.

Escritores de la talla de Oscar Wilde, Victor Hugo, Marcel Proust, se vieron influenciados fuertemente por la obra de Poe. Para citar un ejemplo, el propio Oscar Wilde uso elementos de la historia corta de Poe El Retrato Oval para escribir su novela de 1891, El retrato de Dorian Gray. Cinco años antes de la publicación de esta novela, Wilde había elogiado la expresión rítmica de Poe. Arthur Conan Doyle, uso como base para la creación de su personaje Sherlock Holmes, a August Dupin, el detective de ficción creado por Poe para sus relatos policiacos. Y es bien sabido que Julio Verne fue gran admirador suyo y que influyó de sobremanera en el resultado de sus obras, como más tarde ejercería gran influencia en la literatura simbolista francesa que según Levine fue un prototipo para los simbolistas «por su actitud bohemia ante la vida que lo convirtió en figura marginal entre sus compatriotas», y que a través de ésta, lo haría también en el surrealismo. Sin embargo, su huella llega mucho más lejos: podría considerarse como hijos suyos, toda la literatura de fantasmas victoriana y en mayor o menor medida, autores tan dispares e importantes como Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud, Paul Verlaine, Stéphane Mallarmé, Fedor Dostoyevski, William Faulkner, Franz Kafka, H.P Lovecraft, Ambrose Bierce, Guy de Maupassant, Thomas Mann, Jorge Luis Borges, Clemente Palma, Julio Cortázar, Rubén Darío, entre otros.

Poe era un hombre que criticaba y cuestionaba con rudeza todos los aspectos de su época, asumiendo desde siempre una postura de protesta frente a los misterios que antes no eran develados. Este hombre revolucionario, se da cuenta que muchos aspectos de aquella literatura y cómo esta se venía concibiendo, debían ser cambiados para siempre: la extensión de un poema, la estructura al escribirlo, el efecto del mismo, la musicalidad que lo distingue, la conexión entre la memoria y el recuerdo, pero sobre todo el crédito que se llevaban las musas cuando el poeta “se inspiraba”; otra total mentira, la inspiración ni siquiera existe y el poema no es más que el resultado de un arduo trabajo intelectual y espiritual.

Uno de los rasgos fundamentales del carácter de Poe, deriva precisamente de un sentimiento de orfandad constante, este autor huye a consciencia y con una voluntad expresa de todo aquello que considera el ámbito real y busca transcender el límite de lo desconocido, trazándose a sí mismo un imaginario absolutamente personal. Él era precisamente uno de los abanderados dentro de la literatura gótica norteamericana, quien sostenía que todo autor proclive a escribir sobre tipo de literatura, debía tener su referente más claro en el terror que se hallaba dentro de su propia alma además de estar cabalmente consciente de la naturaleza perversa que habitaba en los seres humanos. Una hipótesis que expone con más detalles en su relato “El demonio de la perversidad”.

Podríamos deliberadamente pensar que bajo esa consciencia de perversidad que yace en el ser humano, Poe encontró una razón factible para llevar una existencia caótica ¿O fueron las circunstancias quienes lo empujaron a todo aquello? Me atrevería a afirmar que fue un poco de ambas. Poe fue siempre una figura muy descarriada a la hora de los excesos y no solo con el alcohol, sino con el despilfarro del dinero que poseía, posiblemente por la creencia en un patrón personal de existencialismo en el que la vida se basaba en los movimientos de ascenso y descenso de la propia tragedia, que según este, era lo más seguro que teníamos en la vida. Podría decirse que prácticamente después de la muerte de Virginia Clemm, su esposa, se le considera una persona hundida y en la quiebra; y si bien es cierto que gran parte de su producción literaria se da luego de la muerte de su esposa, también es sabido que Poe atravesó por muchas vicisitudes personales y espirituales a lo largo de su vida que lo llevaron a forjarse como genio de la literatura.

Ebrio execrado o genio innovador, Poe fue un magnifico poeta, un gran versificador, muy consciente de lo que era el método y con una versatilidad increíble. Sin embargo, cabe destacar que aunque en principio intentó fundamentar toda su fama en su oficio como poeta, resulta curioso pensar que de su trayectoria poética se conozca tan poco relativamente, además de sus famosos poemas “El Cuervo” y “Anabel Lee” y que aparte de estos, no haya realmente mucha más poesía suya que fuera tan universalmente reconocida.

Finalmente, Edgar Allan Poe constituye en sí mismo un legado que está en todas partes, es responsable de un reflejo incomparable que se ha visto multiplicado en diversos aspectos del arte desde su época hasta nuestros días. Sin duda, un escritor eterno.

“…Todas las luces se apagan, todas, todas.
Sobre cada forma todavía tiritante, el telón,
como un paño mortuorio, desciende con un ruido
de tempestad. Y los ángeles, todos pálidos
y macilentos se levantan y cubriéndose afirman
que ese drama es una tragedia que se
llama «El Hombre» de la cual el héroe es
¡El Gusano Vencedor...!”.

Extraído de "El Gusano Vencedor" – 1838
Edgar Allan Poe

sábado, 25 de febrero de 2012

La vida ingrata según Jorge Manrique, En Paz con la vida según Amado Nervo y la muerte según Yo, es un cuento chino

[Fotografía: Francisco Medina, Untitled]

Sin que nadie nos advierta, un buen día, venimos a este mundo. Cuando comenzamos a estar conscientes de tener conciencia, en nuestro contador ya han pasado 5 o 6 años y a medida que vamos creciendo, aprendiendo y sufriendo, comenzamos a reflexionar acerca de "En qué consiste estar vivo". ¿Pero cuándo comenzamos a reflexionar acerca de la muerte? Quizás en el momento que alguien muy cercano se apaga y desaparece, frente a nuestros incrédulos ojos. Siendo jóvenes despistados, pendientes siempre solo de divertirnos ¿Pensamos acaso en adquirir un seguro de vida? ¿Por qué? ¿Para qué? Con dos décadas de vida, la muerte nos parece un suceso lejano, se ha convertido simplemente en otro mito urbano.

Basta con mirar a nuestro alrededor e inclinarnos por una tendencia: ¿Está todo lleno de vida o de muerte? ¿Qué tan delgada es la línea entre una cosa y la otra?

La ciencia médica nos dice que la muerte es solo un evento neurofisiológico y bioquímico que consiste en la extinción del proceso homeostático de un ser vivo y por ende, concluye con el fin de la vida. Es fácil decir eso cuando eres un pragmático y frío científico. La religión por su parte, toma el concepto de la muerte y lo convierte en algo a lo que debemos temer si no hemos llevado una vida correcta, nos habla de la existencia de un alma, de la posibilidad de la vida eterna, de la reencarnación o de arder en el infierno. ¿La razón? La razón está sujeta directamente a las creencias del individuo.

Personalmente, me agrada más la idea de creer que el alma es inmortal aunque el cuerpo se descomponga, que Dios está esperándome en otro plano, lleno de libros, flores, tazas de té, gatos y Bach sonando de fondo, que leeré por toda la eternidad y que la muerte no me causara dolor, que será como caer levemente en un placido sueño que jamás termina. Me gusta pensar que Xavier está con Dios y que tampoco le dolió nada aunque a nosotros nos haya dolido la vida perderlo.

Entonces no es simplemente el cese global de funciones sistémicas, bioeléctricas cerebrales y neuronales, no es solo un elemento dramático al que recurre el teatro, el cine o la literatura, sino que detrás de la muerte hay algo más. Está por todas partes. Se muere la vieja adinerada, se muere la enfermera que era demasiado obstinada, se muere el mendigo que adoraba beber 'Canelita', se muere Amy Winehouse, se murieron mis gatas y se murió Xavier que en paz descanse...

Se murió Guy de Maupassant y Emilia Pardo Bazán también. Nuestros escritores tristemente un día cualquiera se mueren. Nadie puede escapar, ni posponerlo para siempre. Sin importar que hayan creado vida dentro de sus relatos, la muerte se los lleva por igual, sin embargo, el olvido no los borra.
¿Sintieron ellos miedo de morir? ¿Qué pensaban acerca de este asunto?
Rubén Darío nos habla de "El temor de haber sido y un futuro terror... ¡Y el espanto seguro de estar mañana muertos!" (Lo fatal, 1905) ¿Se sentirían agradecidos al final de sus vidas o totalmente decepcionados de este mundo de mierda?

En este punto sería interesante contrastar los versos últimos de dos grandes poetas, uno de ellos perteneciente al siglo XV que destacó en la profesión de las letras como la de las armas, muriendo en combate como un soldado; el otro, vivió entre los siglos XIX y XX, precursor del modernismo y que murió como diplomático fuera de su país, nos estamos refiriendo a Jorge Manrique y Amado Nervo.

Manrique era dueño de un insuperable don elegíaco, con el que supo no solo expresar la muerte de su padre sino su concepto de la vida como algo efímero. Amado Nervo vivió plagado de misticismo y de finas tristezas, reflejando en sus poemas toda la melancolía producida por sus pérdidas. Ambos supieron de alguna manera que la muerte estaba observándolos desde muy cerca, probablemente fue más obvio para Jorge Manrique que se hallaba en combate que para Amado Nervo, pero cuando lo supieron, decidieron hacer lo único que podían hacer al respecto: Escribir sobre eso.

En el caso de Manrique escribió Dos coplas que se hallaron a Jorge Manrique en el seno cuando lo mataron y Nervo escribió En paz (1915) dos años antes de su muerte. En estos versos se contraponen las ideas particulares de cada uno acerca de la vida, cuando vieron agotarse su afluente:

Manrique dijo:

"Lo mejor y ménos triste / es la partida / de tu vida tan cubierta / de tristezas y dolores / muy poblada / de los bienes tan desierta / de plazeres y dulçores / despojada".

Por su parte Nervo sostuvo lo siguiente:

"Yo te bendigo vida / porque nunca me diste esperanza fallida / ni trabajos injustos, ni pena inmerecida / porque veo al final de mi rudo camino / que yo fui el arquitecto de mi propio destino".

Manrique en una segunda estrofa:

"Es tu comienzo lloroso / tu salida siempre amarga / y nunca buena / lo de enmedio trabajoso / y á quien das vida más larga / das más pena".

Nervo por su parte reconoce que:

"Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno / más tu no me dijiste que Mayo fuese eterno / hallé sin duda largas noches de mis penas / más no me prometiste tú solo noches buenas".

Finalmente, ambos concluyen sus ideas de esta manera:

Manrique:

"Assí los bienes muriendo / y con sudor se procuran / y los das / los males vienen corriendo / después de venidos / duran mucho más".

Nervo:

"Amé, fui amado, el sol acarició mi faz / vida nada me debes / vida estamos en paz"

Esta antítesis nos da un idea clara de la concepción última de cada poeta al final de su vida, Jorge Manrique pareció marcharse con desencanto y pesimismo, Amado Nervo mostró más entendimiento y perdón. ¿Pero y nosotros? ¿Nos sentiremos llenos de gratitud como Amado Nervo y nos marcharemos de este mundo con ese mismo ánimo conciliatorio? ¿O comulgamos con los sentimientos de Jorge Manrique y tal vez nos sintamos felices al morir, pero solo por el hecho de saber que ya pronto se termina?

¿Nos dará tiempo de pensar en ello? Quizás transcurramos esta vida, tan pendientes solo de vivir y de lograr ser felices algún día que la muerte será para todos, lo que es para mi generación veinteañera y temeraria, un cuento chino para asustarnos como El Coco cuando eramos pequeños.

Lo único seguro de todo esto es que independientemente de lo que decidamos creer y sentir, la muerte vendrá tarde o temprano por nosotros y mientras estemos vivos tendremos esperanzas de encontrar la paz que necesitamos. Esperanza, que a diferencia de la vida es algo que jamás se apaga.

jueves, 23 de febrero de 2012

Qué difícil es hablar el español


(Este vídeo es uno de los mejores que he visto en mis horas de procrastinación).

"Qué difícil es hablar el español" es una exquisita sátira de aquellos tristes gringos que no consiguen hablar nuestro idioma, además funciona como mensaje realista para aquellos que no aprecian la riqueza de nuestra lengua sosteniendo que el español es un idioma bastante básico y sencillo y que es mucho mejor aprender otro idioma moderno más interesante como el alemán o el ruso. Personalmente siempre uso la frase "el mejor idioma del mundo" cuando voy a referirme al español y aunque ciertamente me atrae el francés por su elegante pronunciación, me considero defensora acérrima de la importancia y difusión de mi lengua materna.

Mientras me reía de la historia que se cuenta en el vídeo, pensaba en cuan ciertas eran las teorías y definiciones de Ferdinand de Saussure acerca del signo lingüístico.

Ciertamente, el signo lingüístico no vincula un nombre con una cosa, sino a un concepto con una imagen acústica. Saussure sostiene que todas las palabras tienen un componente material, una imagen acústica al que denominó significante y un componente mental referido a la idea u objeto representado por este significante al que denomino significado. Ambos, significante y significado conforman el signo lingüístico.

"En Venezuela compré una camisa de pana y mis amigos me decían: Ese es mi pana, ese es mi pana"

Este juego confuso con nuestros términos ocurre porque el signo lingüístico no es unitario, por tanto, está expuesto a sufrir cambios en sus dos caras, tanto en la forma cómo se produce el signo, como en el sentido que adquiere. Para Saussure lo importante no son los sonidos, ni la naturaleza del concepto, sino la elección arbitraria que hacen los hablantes para relacionar sonidos y sentidos para formas y signos, pues no hay ninguna relación lógica natural entre ellos: El enlace entre sonidos e ideas es arbitrario. El signo es inmotivado respecto al significado, cada lengua establece sus acuerdos y reglas y lo hace de manera inmotivada. Esto prueba las diferencias en las lenguas. Si por el contrario, la relación fuese motivada todas las lenguas tendrían los mismos significantes para representar los mismos significados y el gringo de esta canción no hubiese pasado por tantas penurias para poder comunicarse. 

Estos métodos de expresión que se hayan en una sociedad se basan principalmente en un habito colectivo, es decir, a una convención social. Así que la relación significado/significante es altamente convencional, es decir, sometida a los esquemas de comportamiento de los usuarios de una lengua.

Y como nos muestra este vídeo y lo que propiamente sabemos, nuestros esquemas de comportamiento como hispanohablantes son bastante versátiles y creativos, no aptos para extranjeros impacientes.

Así que espero que disfruten de este vídeo y aprecien un poco más nuestro complicado y genial idioma.

Fuentes:
Qué dificil es hablar el español - Guitarra, voz y composición: Juan Andrés y Nicolás Ospina. Cámara y fotografía: Santiago Forero

Nociones básicas de lingüística. Biblioteca de Ciencias de la Educación / Serie lengua y habla. Escrito por Yilmar Campbell. Dirección de medios y publicaciones, Universidad de Carabobo.

¡Plo plo plo plo!

[En nuestro país la cosa se está pareciendo a GTA San Andreas]

En el mundo de los valores, toda nuestra actividad moral se resuelve en alguna conducta práctica según un criterio establecido. Según estos criterios preestablecidos, vamos a juzgar lo que es bueno y lo que es malo dentro de la realidad que vivimos. En nuestro caso, los criterios predominan sobre los valores, solo si el acto que pretendemos llevar a cabo se acomoda al criterio, podemos juzgarlo de bueno o malo. 

Si bien los valores son cualidades anexadas a las cosas reales, llamadas así por ser fenómenos perceptibles, estas cualidades tienen función en una relación de sentido práctico que está ligada directamente al objeto, así que es usual que cuando se pierda esta relación, el objeto se vuelva inservible. Para un médico, su estetoscopio tiene un valor importante que va ligado a la relación de sentido que ha establecido con él, sin embargo, si decide regalar este estetoscopio que considera útil y preciado, a un albañil como un gesto de amistad, es bastante probable que esta relación objeto-sujeto se pierda, puesto que debe estar fundamentada en un interés determinado. El albañil muy seguramente pensará: ¿Qué voy a hacer yo con un estetoscopio? Entonces puede guardarlo como un recuerdo de su buen amigo doctor o botarlo a la basura por no tener un uso lógico para él.

Con todo esto nos referimos directamente al valor del objeto, pero ¿Qué hay de los valores intrínsecos del sujeto? Los llamados valores morales. Estos valores se ven reflejados en la conducta del individuo, es decir, el conjunto de movimientos con que el hombre reacciona frente a los estímulos del medio. Entonces estos valores nos indican que debemos portarnos bien, que lo estamos haciendo mal, siempre dependiendo de ese "deber ser". Cuando un sujeto decide actuar de una manera que puede juzgarse como negativa, como ocurre en el caso de la delincuencia, ¿Cuál factor podríamos considerar determinante en esta actuación: El valor del objeto deseado por el delincuente, tomando en cuenta la respectiva relación de sentido (por ejemplo: una laptop, un teléfono de última generación) o bien se trata de la poca carga de valores morales propias del sujeto o es que juega un papel determinante en esto último la conciencia

Para analizar totalmente esto, tendríamos que precisar entonces ¿Qué es la conciencia?

Podemos definirla filosóficamente como la capacidad de decidir y de convertirse en sujeto, siendo arquitecto de nuestras propias decisiones y responsables por las consecuencias que podemos juzgar de buenas o malas. La conciencia es una realidad clave en nuestras vidas, ya que en torno a ella gira nuestra realidad y nuestra moralidad. Existen, sin embargo, dos tipos de conciencias: Una que reflexiona sobre sí mismo como sujeto y otra que toma en cuenta el mundo material y tiene un conocimiento íntegro de este plano exterior. ¿Se puede pensar entonces que el malandro carece de conciencia? 

¿O no tiene esta conciencia en el lugar que debería tenerla? De ser esto factible… ¿Dónde reside entonces la conciencia? Asumimos que la conciencia humana como mínimo, debe residir en alguna área de nuestro cerebro, siendo este la central de nuestras ideas y nuestros pensamientos, sin embargo, pese a encontrarse dentro del cerebro y no por los alrededores de nuestro cuerpo o de nuestra casa o empacada en el supermercado, el desarrollo de la conciencia está claramente influenciado por las condiciones del medio ambiente bien seas económicas, sociales, políticas o educativas, respetando siempre el papel que juega la libertad para decidir sobre lo que se puede y lo que conviene ser y hacer. Esto último está ligado estrechamente al mundo de los valores, donde por medio de la conciencia podemos decidir acerca de la puesta en práctica de nuestra conducta. 

¿Pero qué ocurre entonces con nuestro delincuente? 

La conciencia que desarrolló a lo largo de su vida, no es más que un reflejo del medio ambiente donde nació y creció, del conjunto de valores morales que absorbió en el seno familiar, en la escuela pero sobre todo en la calle. El malandro es otro sobreviviente dentro de un entorno hostil, violento e inseguro donde se trabaja con la dinámica más darwnista. Pero si bien este sujeto fue empujado por el medio, debemos recordar que siempre se tiene la facultad y la libertad de decidir cómo queremos actuar como seres humanos, conscientes que somos y qué valores queremos desarrollar o dejar a un lado. 

Finalmente nos queda una última pregunta ¿La delincuencia se puede eliminar? 

Muy probablemente no, aunque esto nos arroje ante un panorama bastante pesimista, la delincuencia que vemos a diario es un reflejo de todas las fallas que presenta nuestra sociedad, donde el estado, la escuela pero sobre todo la familia juegan un papel fundamental en el desarrollo de la conciencia y de los valores. Para erradicar la delincuencia por completo, tendríamos que realizar un proceso de lavado cerebral a nivel global y partir de cero nuevamente y sin embargo, esto no garantiza que la delincuencia y la violencia vayan a desaparecer, ya que siempre debemos tener en cuenta la tendencia a la perversidad inmanente en los seres humanos. 

Lo único que nos resta hacer como ciudadanos (y en mi caso, como docente) es intentar rescatar las conciencias y afianzar los valores, aunque suene demasiado utópico y quizás el tema de la delincuencia mejore notablemente en nuestra sociedad futura.

Mientras seguimos coreando:

"Sería inaccesible el que alguien te mate
Si cada bala costara lo que cuesta un yate
Tendrías que ahorrar todo tu salario
Para ser un mercenarío, habría que ser millonario
Perto no es así, se mata por montones
Las balas son igual de baratas que los condones
Hay poca educación, hay muchos cartuchos
Cuando se lee poco, se dispara mucho

Hay quienes asesinan y no dan la cara
El rico da la orden y el pobre la dispara
No se necesitan balas para probar un punto
Es lógico, no se puede hablar con un difunto
El diálogo destruye cualquier situación macabra
Antes de usar balas, disparo con palabras...

¡Plo plo plo plo!"

Calle 13, La bala, del disco Entren los que quieran

domingo, 19 de febrero de 2012

DESPIERTA IMBÉCIL, un grito certero desde El Concursante


Con Neno se hablan cosas interesantes. Y punto.

Un día me mostró este vídeo. Uno no sabe si despertar de la imbecilidad o seguir alienados fluctuando de un lado a otro, porque de este estado de aletargamiento en el que vivimos, no es fácil escapar sin terminar medio loco.

Pero acá se explican muchas cosas... Siempre me ha gustado trabajar esos conceptos alrededor del vacío y la nada, del todo para nada, del todo es nada y más nada... Y de la mentira. Esto afirmó lo que muchas veces había pensado de la vida en este plano: "Seguro es tanto para nada".

Me permitiré tomar la descripción que se encuentra en Youtube acerca de este vídeo, la cual no sé de verdad quién pudo haberla escrito, pero que encontré en diversos blogs, por tanto es un poco difícil darle el crédito a alguien o pedir permiso para usarla... Así que pensé: "Si todos la colocan en sus paginas, yo también puedo"...

"Capitulo de la muy buena película El Concursante, en la que nos describen de una manera tan detallada nunca antes vista, los tiempos oscuros en que vivimos, tiempos de sueño e inconsciencia, tiempos de hipnosis colectiva.

Son tiempos extraños. Con entusiasmo suicida nos entregamos en manos de un becerro que ni siquiera es de oro, sino de barro y mentiras (con un baño de oro por encima, para que parezca de oro, pero es de barro, si rascas con una moneda o una llave, por ejemplo la del buzón, y miras por debajo, veras perfectamente que es de barro) en manos, insisto, de imitadores, sacerdotes, políticos acéfalos, farsantes y obedientes servidores de falsos dioses, que no dudan en sacrificar víctimas inocentes a cambio de casonas, mansiones reformadas y piscinas con jardín (con un seto alto para que no se vea el jardín). 

Es hora de reaccionar, es hora de abrir los ojos y enfrentar la realidad. ¡Despierta Imbécil! ¡Tienes que enfrentar el mundo! Únete a nuestro movimiento con el ánimo henchido, la voluntad enhiesta, y el estómago... ahíto. Pero sin bostezar. Sobre todo, es muy importante no bostezar".

Que lo disfruten.

El circo de la mariposa - Cortometraje


Siempre que Renny viene a visitarme me muestra algo artístico, abstracto o extravagante de lo cual no había escuchado hablar antes. Extrañamente, él y yo siempre estamos conversando acerca de la belleza. Esta vez, nos hemos sentado a disfrutar de The Butterfly Circus, un cortometraje del año 2009 dirigido por Joshua Weigel.

Se trata de la historia de una troupe de artistas circenses que cruzan el país en medio la depresión económica estadounidense, llevando a cabo un espectáculo diferente al de otro circos que se regocijan y ganan dinero por medio del morbo; en este circo personas ordinarias ganan la admiración de su público por los extraordinarios talentos que poseen.

Su dueño, Mr. Méndez (Eduardo Verástegui), se topa con un joven sin extremidades (Nick Vujicic) en un circo de rarezas, donde el joven es humillado y presentado ante el público como una "perversión de la naturaleza". Los diálogos son espectaculares a mi parecer, la historia a pesar de ser bastante predecible, no deja de ser hermosa y de enseñar ese "algo" que muchos buscan aprender.

Cuando vi a Nick Vujicic, inferí que esta historia debía tratarse de motivación, crecimiento personal y dignidad humana. Y de hecho, este es el tópico principal de este cortometraje. Cabe destacar que este corto obtuvo el premio Dost Post Project Film Festival.

Así que si conocen a alguien desmotivado, pueden mostrarle este corto para que se ponga las pilas.

Personalmente cuando veo todo lo que Nick Vujicic ha logrado hasta ahora y es capaz de hacer, me siento más torpe e idiota que nunca. No reacciono como debería ante la motivación o la autoayuda.

Pero esa soy yo, ustedes búsquense un desmotivado, disfruten juntos de este cortometraje y pendientes que no se achicharren las cotufas.

Literatura, balas y salsa cabilla: Una ojeada reflexiva a los cuentos de Orlando Chirinos


¿Dónde comienza la violencia en nuestro país y cuándo se termina? 

Hablamos del mundo de la violencia como si fuera una dimensión aislada, ajena a nosotros, los educados (y eruditos a la violeta) estudiantes de nuestra prestigiosa "Universidad de Carabobo". Sostenemos discursos a diario como: «Yo puedo ser humilde pero no ando “malandreando” a nadie» o bien el que reza que podemos ser niños lindos que viven confortables y seguros en una bonita urbanización y según una extraña creencia superior y común en todos, estamos a salvo por esto.

“No solo es violencia lo que vivimos en este país, sino una transfiguración hacia la maldad pura, sujeta a la más terrible pérdida de valores que nuestra sociedad ha podido experimentar” nos explicaba Santiago Moreno, nuestro profesor de ética del docente, durante una de sus clases: 

“Un malandro no te va a encañonar para robarte un sandwish de jamón y queso porque tiene hambre; él te va quitar los zapatos, la ropa, tus documentos y de paso te da un tiro antes de irse” parafraseando la idea general que elabora Alejandro Moreno Olmedo en su libro «Y salimos a matar gente: Investigación sobre el delincuente venezolano violento de origen popular» donde ambos no podrían tener más razón.

El ciclo de violencia en una vida, termina con la cálida mordida del plomo dentro del cuerpo del sujeto. No hay más salida, aunque nuestro delincuente sea encarcelado, la violencia no se alejara de él, ni él de ella, al contrario será más cercana y más familiar que nunca. ¿Pero de dónde provino principalmente? Yo pienso que se está germinando en este preciso momento, en donde nuestra vecina está propinándole algunos correazos a su niño de tres años por cualquier menudencia que como niño se le ocurrió hacer, y lo golpea más tarde con un zapato, con un trapo o con su pesada e injusta mano. Porque ella está cansada de alisar cabellos y arreglar uñas ajenas, de no tener una figura masculina a su lado ayudándola a llevar tanto peso, porque solo tiene 17 años y Yosnaikel es el tercero de sus hijos pero no el último y todos en ese rancho tienen tanta hambre de una vida tranquila y de experimentar una pizca de amor y la vida en las interminables escaleras del barrio es algo que no avisa cuando llega, cuando se va y siempre pasa demasiado rápido, abofeteándolos a todos.

Bien lo explica el rapero español, Nach Scratch en las letras de su «Chico Problemático»:

«Y no es casual / esta desesperación / a causa de una educación que inspira desmotivación / Está de moda ser el más malo / el más villano / el más cabrón / y hacer la mayor locura para llamar la atención / Triste confusión entre el miedo y el respeto / Pero el chico se siente grande cuando pasa y los demás se quedan quietos…».

Y ese chico que crece, que llega enojado a nuestras aulas, será quien el día de mañana nos apunte con una pistola dentro de un atiborrado bus del transporte público. Porque somos un conglomerado social, un sincretismo de clases que se desarrolla a manera de simbiosis, decorada con ese toque de violencia, tan común en Medellín como en Ciudad Juaréz, Caracas o Maceió. Es la violencia que nos une en un contexto tan similar y característico como que los pesebres de Medellín con esas pequeñas casitas en los cerros no son diferentes a los de Petare, El Guarataro o El Quilombo de nuestro país o a Las Favelas de São Paulo y que si bien son el epicentro del problema, nadie ni nada escapa.

Ni siquiera la literatura, que muchas veces lejos de ser concebida como una dimensión donde las mentalidades se refugian creando mundos imaginarios, puede llegar a ser más vivencial y estrechamente ligada a nuestra cotidianidad. La violencia en Latinoamérica es una estampa de nuestra sociedad, convirtiéndose en otra clase de resistencia, en oposición a las normas establecidas en este caso por nuestros gobiernos. Los escritores no escapan de este tipo de realidad, así se deciden a tomar este discurso para criticar la violencia que predomina en el entorno, como un llamado de reflexión a los lectores. 

Jorge Franco, escritor colombiano reconocido principalmente por su novela Rosario Tijeras (1999) afirma en una entrevista para BBC mundo: «Si nosotros podemos mostrar en nuestros libros que hay un drama humano, que detrás de esa droga que se consume tan alegremente en las discotecas, aquí hay jóvenes que se están desangrando, aquí hay varias generaciones de muchachos que se han venido a menos, que han perdido sus principios, que han muerto, ¿por qué no mostrarlo?». 

Es así como se nos antoja entonces, mientras recorremos los pasillos de una librería, devorarnos un libro de contenido realista, mordaz y satírico, cuya lectura no simbolice menos que un profundo y pleno disfrute y con suerte de principiante, nos topamos con Los Días Mayores (2005) de Orlando Chirinos, haciéndonos ojitos desde una pila de libros no menos interesantes, aun así decidimos llevarnos esa edición de Monte Ávila y no arrepentirnos nunca de ello.

Acorde a esta temática de violencia que se torna común, cabe destacar en Los Días Mayores, cuatro relatos que llaman principalmente nuestra atención: Señales de respeto, Cegato como Homero, Mismísimo Dios y Polifemo en los ojos. El hedor de la muerte es lo primero que alcanzamos a percibir, pero no como un manto oscuro que cubre el relato volviéndolo escabroso y desagradable, sino como algo más rutinario y con más razón, al alcance de todos nosotros. Tan habitual que señales de respeto nos relata la travesía vivida por algunos habitantes del pueblo, quienes aupando el interés popular han enviado a buscar el bicentenario cadáver de Lozano Freites, para exhibirlo con orgullo en la plaza de pueblo, siendo recibido por el propio alcalde Manduca Villa, con bombos y platillos al igual que un prócer. Para más tarde abandonarlo camino a los cebollares, cuando se convirtió en una molestia insostenible y por demás absurda. 

Cegato como Homero, por otra parte, es narrada por alguien quien tuvo la calamitosa oportunidad de ser participe en los funerales de Héctor Armando un delincuente del barrio, muerto a mano de Aquiles en un enfrentamiento nada común que desbordo la sed de venganza de sus seguidores, pero sobre todo, la despedida más festiva y caótica que podría tener un difunto. Similar al sepelio de Johnefe, el hermano mayor de Rosario Tijeras, a quien lo tuvieron ocho días “paseándolo”, dándole todos aquellos gustos (mujeres, drogas, disparos al aire, alcohol) que tanto le agradaba en vida. No tan evidente la comparación como la de los funerales del propio Héctor en La Ilíada, que fueron todo un festejo para conmemorar al héroe como lo merecía, Héctor Armando, su héroe también. Entre tanto Mismísimo Dios y Polifemo en los ojos nos demuestran la multiplicidad de perspectivas con la que se puede abordar al relato donde personajes distintos cuentan su versión de un mismo hecho, desde diversos puntos de vista; según el policía con algo de ética y según el homosexual tetón: La historia no es otra sino la masacre de unos presos dentro de un bar olvidado de Dios, en medio de la llanura.

En la narrativa de Chirinos es interesante destacar como se propone una tipología de los personajes, en la que basándonos en las teorías sobre la estructura del relato de Bremond (en referencia a las ideas primigenias de Propp), nos encontramos con un héroe que ha transmutado su figura hacia la del villano, convirtiéndose así en el anti-héroe, como en el caso de Héctor Armando, Cara de piedra y El Capitán, quienes hacen las veces de malvados también, pero dentro de la historia tienen su más marcado porte heroico. Los donantes, encargados de dar la información al héroe para lograr su cometido, no son más que otros villanos dentro del relato, donde es común que un objeto mágico sea una pistola, una caja de balas o un paquete de droga. Se tienen entonces que de cada secuencia dentro del relato, se originan funciones múltiples de un mismo acto, abriendo o no la posibilidad de acciones reparadoras de los daños sufridos o de una acción justiciera, ya que en los relatos de Chirinos, nunca estaremos tratando a estructura totalmente lineal. 

Otras características que bien valen la pena resaltar, es ese entorno entre lo urbano y lo rural, donde la violencia es el tópico número uno, en el que todos podemos opinar, contar nuestras anécdotas personales y sentirnos identificados. Existe también una honda exploración del habla cotidiana a través de un narrador testigo, que genera sin duda una atmosfera más cercana a nosotros, a nuestro día a día, a través de la axiología de sus personajes y que nos permite a su vez, realizar inferencias acerca de la situación económica o el contexto social en el que estos se encuentran. La violencia y la delincuencia son el resultado del quiebre de una serie de cosas, desmoronándose unas tras otras como fichas de dominó puestas en fila sobre una mesa, donde los delincuentes comunes se mezclan con los delincuentes políticos, siendo el estado injusto y represor, por tanto, el enemigo más palpable. Entre los recursos más notorios encontramos el uso de la hipérbole o exageración del discurso, puesto en práctica para hacer reaccionar al lector dentro de su realidad.

Por último, pero no menos importante, se encuentra la relación de los cuentos de Chirinos con el relato épico, en este caso con La Ilíada. Existe sin duda una parodia del discurso literario, que implica nada menos que una visión crítica de la literatura como oficio, creando también un juego entre nuestra cotidianidad y el relato épico, juego en el que unos funerales como los de Héctor son preparados a diario para todos nuestros queridos malandros del barrio.

La violencia es un arma, un medio para conseguir lo que se desea, la literatura también. Indudablemente en este caso, la literatura se ha armado del discurso violento, para intentar despertarnos del letargo en el que nos encontramos sumergidos, sin embargo y por desgracia, la violencia nunca se armara de literatura para oponer resistencia al sistema en el que está en contra y más lamentable aun destaca el hecho de que nuestra violencia, ya no solo es una fuerza que empuja, que lucha; en nuestros tiempos debemos acostumbrarnos a hablar de maldad.

Se trata exactamente de esto, de reflexionar, de mirar a nuestro alrededor y estar conscientes sobre lo que está pasando, de sentarnos a pensar qué podemos hacer con este flujo de cosas que se nos vienen encima, como educadores, como ciudadanos y como escritores. Y cuando hacemos ese ejercicio de reflexión, cuando despertamos dentro de la gran masa que nos utiliza, es cuando podemos estar más seguros que nunca que el señor Chirinos lo ha hecho todo muy bien.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Bremond, Claude (s/f). El mensaje narrativo.
Chirinos, Orlando (2005). Los Días Mayores. Caracas, Venezuela: Monte Ávila.
Franco, Jorge (1999). Rosario Tijeras. Bogotá, Colombia.
Moreno Olmedo, Alejandro (2007). Y salimos a matar gente: Investigación sobre el delincuente venezolano violento de origen popular. Maracaibo, Venezuela: Ediciones del Vice Rectorado Académico.

sábado, 18 de febrero de 2012

"Nunca moriremos"

["We never die" por Valfré]

Nuestra generación se caracteriza por un fluir de tendencias y pensamientos que surgen de lo que parecen unas mismas estructuras mentales, somos todos contemporáneos, jóvenes y vamos hacia un mismo destino, sin darnos cuenta, pero... ¿Será la tumba ese destino?

"Y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos / ¡y no saber adónde vamos / ni de dónde venimos…!"
Qué sabio era Rubén Darío... ¿Entonces es la tumba ese lugar al cual nos dirigimos?

Discutimos, nos destruimos unos a otros, nos gusta algo que inmediatamente deja de agradarnos debido que acaba de "putearse", porque todo lo nuestro debe ser oculto de las masas, somos los únicos "únicos" que existen y todos son una copia nuestra y de todos los demás, y así se nos va nuestra juventud, luchando contra nosotros mismos y contra los mismos que nosotros...

Pertenezco a una generación donde la presión social se ha encausado en el hecho de que mis amigos podrían dejar de tratarme si no voto, y pueden despreciarme si boto... Basura en la calle. Donde nadie arroja aceite por las cloacas, nadie desecha baterías, nadie le pega imancitos con figuritas a la nevera y donde todos lavan las latas antes de abrirlas.

Aun así seguimos tomando refresco de cola, por nombrar aquello que encuentro más sano dentro de todo el arsenal de porquerías que a diario consumimos. Pero somos así, una cuerda de hipócritas conscientes.

Y es esto justamente, somos, de todas las generaciones que han visto la luz del día, sin duda la más consciente. Y eso es lo más genial que nos ha podido pasar: El despertar de la consciencia.

- "Pero ¿Y la tumba?"

No hay que pensar en la tumba señor Rubén Darío, porque si mi generación recuerda que la tumba nos está aguardando, perderemos la esperanza antes de tiempo, nos volveremos apáticos y acabaremos en la jodida tumba ahora mismo, siendo tan jóvenes.

Debemos creer que somos inmortales para poder seguir luchando.

Jeanne Lacour, Al otro lado de lo real

["I have a curious animal, half kitten, half lamb..." Por Ola Liola]


Al otro lado de lo real
Jeanne Lacour
Colección poesía venezolana breves
Fundación editorial el perro y la rana, 2007

Este poemario... Me parece que me lo obsequio mi hermana, pero mi memoria, siempre tan difusa y escurridiza no me permite comprobar si esta teoría es cierta. Aun así puedo preguntarle si fue ella, si es que recuerdo hacerlo...

Al otro lado de lo real es un llamado entre sueños, deseos y pensamientos que volaron lejos entre el viento y las palabras, hasta llegar a nosotros. Nos ubicamos en un punto donde lo real y lo onírico se mezclan con las voces del consciente y el inconsciente, rugiendo desde dentro, transportando imágenes y recuerdos de un plano a otro, desde el libro que vibra, hasta nosotros que nos estremecemos.

Es sin duda un hermoso poemario. El estilo de Jeanne Lacour es suave, terso y femenino. Palabras caen y ondean dentro de nuestra mente, con cierta levedad y soltura similar a la seda. 

Jeanne Lacour es poeta y socióloga, trabajó como investigadora en CENDES (1963-1970), realizó una maestría en Literatura Latinoamericana Contemporánea. Publicó diferentes artículos sociológicos en El Nacional y participó en el concurso de Cuento Breve y Poesía de la Librería Mediática, en sus ediciones 2004, 2005 y 2006.

Los dejo con la lectura de algunos de sus poemas:

Génesis 

¿De dónde vengo? 

Incapaz de deshilvanar la madeja del tiempo.
Se borraron las huellas de los elementos 
                                                [primarios.
De vez en vez, titilaban algunos puntos luminosos,
como referencias, sin conformar una secuencia
inteligible.

Así quedaron

dos hemisferios: e inconsciente amurallado, con
                                         [su dragón,
rugiendo en lo más profundo 

y

el consciente, abierto a los embates exteriores,
dardos azarosos o destellos luminosos, en eterno
                                           [antagonismo.

¡Silente contienda!

Surge

entonces la "palabra" con un proceso de 
                                       [exteriorización...
Como el grito, contenido, del alma que 
impone el dragón intentando redefinir el ego
adormecido.

Siempre

Siempre te vi así
como avecilla mirando al mundo
desde una rama muy alta
quizás demasiado alta...
Arriba todo se tornaba azul,
abajo todo era terriblemente 
denso y gris.

Te vi volar entre golondrinas
ansiosa, escudriñando, 
recogiendo migajas,
amontonando granos de sal,
trillando el trigo
colando el agua en el cedazo.

Te vi enhiesta
alzarte en las puntas de los pies
intentando tocar el cielo.

Te vi febril 
hilvanar sueños,
temblando de ansiedad.

Te vi resquebrajarte 
con la brisa vespertina.

Te vi, sola, afuera. 
Te vi, sola, adentro,
Agazapada en el bosque
encharcada de lodo.
Te vi, con tu triste mirada.

Te vi, entre tinieblas
a punto de marchitarte
como hoja de otoño
mecida al viento,
caer, molida, deshecha.

Pero 
siempre te sentí volar...
Fue difícil: todo o nada.
Ahora, necesito decirte: 
¡Cuánto te aprecio!

Les recomiendo entonces leer este bello poemario, pueden hacerlo en linea a través de la siguiente dirección: http://www.elperroylarana.gob.ve/phocadownload/poesiavenezolana/breves/alotroladodeloreal.pdf

Que lo disfruten.